lunes, 25 de diciembre de 2023

José Vicent Soler Mulet da a conocer su libro Ibero-Valenciano. Testimonios de los primeros judíos de Sefarad

 





Resumen del libro: En IBERO-VALENCIANO de José V. Soler Mulet, el autor nos lleva de la mano en la traducción del lenguaje paleohispánico de los antiguos íberos. Una obra formada por un extenso conjunto de textos descifrados que nos llevarán a entrever algunos retazos de la riqueza cultural de los antiguos pueblos que dominaron la península ibérica.

El autor ha hecho especial hincapié en ofrecer un texto claro y sencillo, acompañado de abundantes explicaciones, y constituyendo un documento imprescindible para adentrarse en el conocimiento del antiguo pueblo íbero de sus mitos, costumbres y ritos ancestrales.

Todo ello en un lenguaje muy claro y didáctico, en el que el lector quedará sorprendido al comprobar cómo el rico entramado de signarios se relaciona directamente con su valor fonético, y por consiguiente, con nuestro idioma.

Un libro ameno y pensado para todos aquellos que deseen ampliar sus conocimientos sobre una de las primeras lenguas que se hablaron en España.

Índice: 

PRIMERA PARTE

Motivación

Base de datos y metodología

Inventario palabras seleccionadas

Clave B-6

Hemialfabeto oficial

Textos sobre cerámica

Otros textos

Otros soportes

SEGUNDA PARTE

Inventario resumen

Desgloses

Fuentes Hebreas

Fuentes Griegas

De lo egipcio

De lo etrusco

Por razones de las tradiciones

Idea del substrato

Sefarad

Fenicios

Numismática


Sobre el autor

J. V, Soler Mulet, de Gata de Gorgos, autor de Ibero-valenciano

Juan Bta. Codina Bas

José Vicente Soler Mulet publicó en 2018 Ibero-Valenciano testimonio de los primeros judíos de Sefarad fruto de su investigación sobre la escritura de los Iberos en España.

El autor estudió en la escuela de Comercio de Alicante donde obtuvo en 1954 el título de Perito Mercantil, pero aparte de la contabilidad, ha estado desde siempre interesado por la Arqueología, la Pre-Historia e Historia Antigua. Y ese interés y afición le hizo buscar la formación necesaria para canalizar su deseo en el estudio de algo concreto y fue lo relativo a la cultura ibera donde encontró el centro de su interés.

Se puso en contacto con el museo de prehistoria de la Diputación de Valencia, y con el Dr. D. José Aparicio Pérez se integró en un pequeño equipo que le acompañaba en visitas a sus excavaciones, en excursiones de prospeccíón en valoración de los nuevos yacimientos, asistencia a seminarios y eventos. De esta forma fue invitado al XIX Seminario de Lenguas y Epigrafias Antiguas en 2004 donde se habló de una propuesta metodológica sobre la lengua ibérica.

Ese fue el detonante de su trabajo. Ya que la propuesta era el fijar una serie términos autóctonos que pudieran determinar algunos de los utilizados por los iberos.

A ello se puso José Vicente para elaborar una base de datos. Fue un periodo largo de trabajo donde fue creando una base de datos que puedan configurar un acercamiento al vocabulario ibero, pero este vocabulario tiene un influjo fenicio y hebreo primordialmente. Tras la destrucción del templo de Jerusalen por Nabucodonosor II se produce una deportación en masa a Babilonia.

Algunas hipótesis verosímiles indican que podían haber venido judíos, comerciantes, a España acompañando a los fenicios que como hábiles navieros y navegantes se acercaron por el sur a Sefarad, esto es Andalucía. Así aparece en el libro del profeta menor, Abdias, que en el versículo 20 señala que “los cautivos (desterrados) de este ejército de los hijos de Israel ocuparán (el país) de los cananeos (de los Fenicios) hasta Sarepta, y los cautivos (desterrados) de Jerusalén que esten en Sefarad, ocuparan las ciudades del mediodía (Negueb)”

El topónimo “Sefarad” lo situan los comentaristas de la Biblia en el extremo del Mediterráneo más alejado de Israel y en el hebreo moderno el nombre de España es Sefarad y la lengua española se llama Sefaradit. De ahí que a los judios de la península Ibérica se les llame Sefardies.

Con estas bases y con el trabajo de Rafael Martí de Viciana de 1578, Libro de Alabanças de las lenguas hebrea, griega, latina, castellana i valenciana, que también conoció Francisco Pérez Bayer que escribió en 1772 “Origen de las voces españolas derivadas de voces hebreas del alfabeto y lengua de los fenicios y sus colonias”.

Nuestro autor se propuso buscar las palabras valencianas pre-latinas por todos los pueblos de la Comarca Alicantina de La Marina Alta. A este primer grupo incorporó otras palabras: topónimos e hidrónimos, palabras de etimología griega…. Al final había elegido 6.500 palabras que en una segunda selección quedaron en 3130 y en la tercera selección en 1278, que distribuyó en 20 grupos.

En un, a modo de preámbulo, hace un recorrido por los investigadores que han precedido a su estudio, lo que es encomiable por cuanto refleja el punto de partida de su trabajo. Se trata de una aportación interesante por cuanto muestra el estado de los conocimientos que hay antes de su trabajo y de esta forma detectar los avances que su trabajo tiene sobre lo que se conoce.

En la primera parte se relata la motivación del autor y se señala la metodologia seguida para construir, descifrar y comprender el ibero-valenciano y dar paso al estudio de los textos iberos que aparecen en diversos contextos. De cada texto realiza una ficha para contextualizar el grafismo, transcribirlo, traducirlo e interpretarlo y si cabe realizar los comentarios pertinentes. A continuación enumera las inscripciones ibéricas realizando de cada una de ellas una ficha. Se trata de inscripciones relativas a textos de Liria sobre cerámica, fichas de textos en plomos y en otros soportes, inluidos los rupestres.

En una segunda parte trata de plantear las influencias que pudo haber sobre el íbero, estudiando las fuentas hebreas, griegas, egipcias, etruscas. Las fuentes del Sefarad, de los fenicios, extendiendo su estudio a la numismática ibérica presentando numerosas fichas relativas a las monedas ibéricas.

En un anexo se publican las palabras que han servido para elaborar la base de datos que ha servido al autor para realizar este trabajo.

José Vicente Soler que llevaba tiempo trabajando en esta temática acudió en 2016 al V Seminario Permanente de la Catedra Universitaria España-Israel de la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid, tras conectar con el Director Dr. D. Ignacio Ruiz Rodríguez, donde expuso sus investigaciones. El profesor Ruiz Rodriguez se sintió satisfecho por el trabajo meticuloso del autor en la aplicación de la metodología, contrario a la urgencia y la rapidez que hoy se constituyen en elementos prioritarios, dejando a un lado la pausa, la meditación y el dejar “dormir” las cosas.  

Cuándo José Vicente creyó que se podía publicar el libro, el Dr. D. Ignacio Ruiz lo apoyó en el proceso para dar a conocer el libro "Ibero-Valenciano", que editó la Editorial Dykinson, escribiendo un prólogo en el que señala que el autor transmitió las conclusiones de varios años de investigación y lo mucho que aportaban las gentes de la Torá en tierras de la Península Ibérica. Resaltó junto al escritor José Barceló que es una obra que nos lleva de la mano en la traducción del lenguaje paleohispánico de los antiguos iberos señalando que los textos descifrados hablan de la riqueza cultural de los antiguos pueblos que dominaron la península ibérica.

El libro se publicó en 2018, y nuestro autor lo presentó en la Biblioteca de Gata de Gorgos el 7 de mayo de 2019 con asistencia del Dr. D. Ignacio Ruiz Rodríguez, al que el autor considera su mentor.

En la actualidad está trabajando para ampliar la edición con otros ejemplos obtenidos de las lápidas de Sagunto y de Sinarcas.  

Quiero mostrar mi sorpresa ante la persona de Jose Vicente Soler Mulet que ha convertido su afición a la arqueología e historia antigua en un trabajo de alto valor para el conocimiento de la lengua ibérica. He de reconocer su humildad y respeto a los académicos cuando él no lo es, pero se disculpa cuando señala que acometió la tarea con mucha fe e ilusión y, añado, que dedicando muchos años a la tarea que se impuso desde el primer momento.

 

 


domingo, 3 de mayo de 2020

L'epidèmia de còlera de l'any 1855 a Callosa d'en Sarrià (Alacant); per Joaquín Ronda Pérez i Carles Tasa Berenguer




El monstruo del Ganges” i la festa de moros i cristians de Callosa
Joaquín Ronda Pérez
Carles Tasa Berenguer

(Article extret del llibre : Un romanç per a la Festa. L'ambaixada de Modesto Mora. Callosa d'en Sarrià, 1860, publicat per l'Ajuntament de Callosa d'en Sarrià en l'any 2018. El llibre es pot adquirir a la Casa de Cultura de Callosa)

Callosa té el privilegi d’haver refugiat, entre les seues muralles, el metge i escriptor Jaume Roig, durant la pesta que va assotar València entre els anys 1459 i 1460. Un temps que Roig va aprofitar per a redactar una obra capital de les lletres valencianes, Spill o Llibre de les dones, en què va deixar escrit aquests versos inoblidables:

Trobant-me en aquesta vall, / Callosa, per los morts fuit, / ociós, trist, sense fruit
 / empès he, no sens treball, /de dones escriure llur tall”

El 1804, Vicente Ignacio Franco, un valencià de Castelló de la Ribera, publicava una memòria, en què justificava per què les epidèmies respectaven Callosa. La fertilitat del terme, l’aplicació i el treball dels veïns en el foment de l’agricultura, la saludable situació geogràfica, el clima benigne, l’aire net, la sobrietat dels menjars, la puresa i l’abundància de les aigües de la Font Major, el cel blau i alegre, la vida deliciosa entre les muntanyes, els horts i la marina “son todo causas, que contribuyendo á favor de la salud, hacen que esta villa y sus vecinos de tarde en tarde padezcan epidemias mortales y destructivas de la vida” [1].
L’erudit, que provenia d’una zona marjalenca d’invasions pal·lúdiques constants, estava preocupat fonamentalment per les desgraciades febres tercianes; llavors, l’assot endèmic més intens. Però, Franco, que va morir el mateix 1804, no va conéixer el còlera: el gran perill infecciós que va amenaçar el litoral valencià durant gran part del segle XIX.
Quatre grans epidèmies de còlera van incidir a Espanya al llarg de cinquanta anys: 1833-1834, 1854-1856, 1865 i 1884-1885. A la regió de la Marina van arribar totes; en concret, a Callosa, la primera no va afectar, però sí la segona i la quarta, sobretot la de l’any 1855[2].
Els periodistes i corresponsals empraven, per esmenar el còlera, uns quants exotismes de matís orientalista: “El monstruo del Ganges”, “El azote del Ganges” o “El huésped del Ganges”, que suggerien la maldició de l’epidèmia i l’entrada d’un cos foraster indòmit en la civilitzada Europa; però que, sobretot, destacaven l’origen geogràfic del focus endèmic: la conca del riu de l’Índia. Des de la península de l’Hindustan fins a la Marina, tot un rastre de pobles, comarques, regions, països i continents quedaven infectats al seu galop en un termini relativament curt. Un món que s’anava estrenyent com a conseqüència del desenvolupament dels transports, de l’ànsia comercial i de l’efervescència colonial. Per això, amb el còlera va esclatar la primera malaltia de la globalització capitalista contemporània[3].




Mapa mundial de la invasió colèrica des del 1817 fins al 1832. (Font de la imatge: LÓPEZ PIÑERO, José María (director), Historia de la medicina valenciana, Valencia, 1988-1992)

En total, el còlera va matar a Espanya un 6% de la població[4], però d’una manera discriminada: afectava més a dones que hòmens i, en els dos sexes, la mortaldat era superior en aquells que tenien una edat mitjana entre 25 i 45 anys. A més, s’encebava particularment en els artesans, els obrers i els jornalers[5]. Al capdavall, el segment poblacional més productiu econòmicament i demogràficament. Ara bé, tot habitant d’una zona infectada estava en risc de contagi. De fet, rendistes, advocats, notaris, metges, rectors, alcaldes, regidors o governadors civils van morir a causa de la deshidratació que la infecció produïa.
En la cronologia científica, el còlera va fer acte de presència en l’era pre-microbiana. Aleshores, els coneixements mèdics es basaven en la teoria miasmàtica – la transmissió per l’aire dels efluvis nocius– i la del contagi animat – els microorganismes vius com a agents causants del contagi[6].
Per al primer model, les accions profilàctiques consistien en les fumigacions de persones i mercaderies, la neteja dels carrers, la prohibició de tirar aigües brutes a la via pública, la desinfecció dels habitatges dels infectats; la clausura d’espais de socialització, per exemple les tavernes i les escoles, o la prohibició de celebrar actes públics com ara danses i festes religioses.

L’ajuntament d’Elx suspen les festes d’agost a causa del còlera (Font de la imatge: Boletín Oficial de la Provincia de Alicante, 6-08-1855, nº 102)
 
En el cas de la teoria animada, es tractava d’aturar el contagi com s’havia fet des de l’edat mitjana, mitjançant l’establiment de cordons sanitaris i quarantenes. L’aïllament de l’entorn repercutia negativament sobre l’economia domèstica de les famílies: problemes d’abastiment, alça de preus dels queviures i pèrdua de jornals. El resultat del desori per a les classes humils era l’alça de l’índex de pobresa; una indignitat que s’agreujava en el casos dels orfes i de les viudes, el número dels quals s’incrementava significativament.

 El pensament econòmic liberal era contrari a implantar obstacles al tràfic comercial dins les seues fronteres i els governs van penalitzar la incomunicació interior que efectuaven algunes autoritats munipals. Callosa fou amenaçada en aquest sentit pel governador civil Barroeta. (Font de la imatge: Boletín Oficial de la Provincia de Alicante, 17-08-1855, nº 107)

El dramàtic descens general del nivell de vida es materialitzava, de tant en tant, en motins i revoltes populars. Per tal d’evitar els desordres socials, els responsables governatius es resistien a declarar oficialment les malalties contagioses. D’ací que els diaris anomenaren el còlera sarcàsticament“la enfermedad oculta”.
No obstant això, en el segle de l’expansió de la premsa escrita, era molt difícil que l’elit, fins i tot la perifèrica, no s’assabentara i el rumor de la malaltia es propalava amb celeritat entre els veïns. De seguida, era prou la defunció sospitosa d’alguna persona per a desencadenar el pànic al contagi. Llavors, començava l’èxode de les classes altes i mitjanes cap a les cases d’horta, o en direcció a altres ciutats o viles netes; una reacció que evoca la mampresa per l’escriptor Jaume Roig quatre segles abans. La cadena emigratòria continuava amb les classes menesteroses, que també fugien, però el seu recorregut era més curt; en primer lloc, perquè el temps de supervivència sense jornal era breu; en segon, perquè la circulació de persones no era senzilla i allà on anaven la violència contra els forasters s’aguditzava.
Rivero Cidraque, diputat progressista per la província d’Alacant, recordava en un discurs parlamentari, que quasi la meitat de la població de la ciutat d’Alacant havia emigrat durant l’epidèmia del 1854[7]; una exageració, sens dubte, però darrere de la hipèrbole s’amagava una evidència, la que denunciaven les autoritats de la Vila Joiosa: “Apenas se presentaron los primeros casos del cólera la clase pudiente emigró toda, y esto hizo mas aflictiva la situación de la población” [8]. Fins i tot, van haver retors que abandonaven les ciutats i els pobles per no haver d’atendre espiritualment els contagiats[9] o metges que van fugir de les seus obligacions professionals, com ara Vicente Llorca i José Pérez Vives, de Benidorm[10].
No obstant això, el còlera fou l’ocasió per a empreses heroiques: arran del còlera del 1854, la província d’Alacant va proclamar un “sant laic”, el governador civil Trinitario González de Quijano, un lluitador contra l’epidèmia que va morir enmig del desastre.

En honor a Quijano es va construir un panteó a Alacant per subscripció popular(Font de la imatge: RAMOS, Vicente, Historia de la diputación provincial de Alicante 1822-1870, Alicante, 2000)

En tots els pobles van haver persones que van socórrer les necessitats amb coratge, fins i tot arriscant la vida. El 8 de setembre del 1855, l’Ajuntament de Callosa publicava una nota en el Boletín Oficial de la Provincia de Alicante, en què agraïa el comportament humanitari durant el còlera dels metges D. Mariano Blanquer i D. Francisco Sanchis, els cirurgians D. Miguel Ferrer i D. Andrés Sellés; els eclesiàstics, D. José Ventura García, D. Vicente Guardiola i D. Juan Bautista Ronda; el farmacèutic D. Joaquín Grau i família, els escrivans D. Vicente Pallarés Montiel i D. Pedro Benimeli; el cap de la guàrdia civil, D. Francisco Gonsálbez i els ciutadans Bautista Saval, Bautista Ronda Vidal i Francisco Roig Sellés. D’aquests personatges, Blanquer, Ferrer, García i Grau, pare i fill, van emmalaltir, mentre que Francisco Roig va morir a causa del mal[11].
Normalment, el còlera s’instaurava a l’estiu i la durada depenia de la temperatura: si l’any era càlid i humit, com fou el 1855, es perllongava[12]. En els dos quadres següents es mostren les dades oficials d’uns quants pobles de la Marina que van estar afectats pel còlera del 1855 i com es va desenvolupar a Callosa dia per dia[13].

Les dades del còlera del 1855 en alguns pobles de la Marina i en les províncies d’Alacant i València. (Font: Elaboració pròpia)


El còlera a Callosa dia per dia. (Font: Elaboració pròpia)


Ara bé, les dades oficials que els ajuntaments comunicaven sobre l’impacte del còlera solien ser bastant dubtoses. Les xifres de morts tendien a la baixa i s’abreujava el temps de durada de l’epidèmia perquè els països s’obriren al tràfic internacional al més aviat possible[14]. És rellevant subratllar, que el període d’invasió del còlera coincidia amb la recollida del raïm i la comercialització de la pansa, la principal riquesa de la Marina; aleshores era prioritari obtenir la “patente limpia” dels vaixells que salpaven des dels ports d’Altea o Dénia cap als mercats europeus [15]. Amb l’objectiu de facilitar el lliure comerç, negociants i llauradors van tindre un ferm aliat en el partit liberal progressista, que governava les institucions el 1855, la ideologia del qual era procliu a la doctrina econòmica del "deixeu fer, deixeu passar".
En el cas concret de Callosa, hi havia un perquè afegit a l’hora d’atenuar l’impacte negatiu de les epidèmies: la pugna amb Altea per la capitalitat del partit judicial. El 1874, les autoritats callosines van exposar les benèfiques circumstàncies salutíferes del poble, en consonància amb les plantejades per Vicente Ignacio Franco setanta anys enrere, per contrarestar una demanda d’Altea amb aquesta intenció: “la insalubridad que es constante en dicho pueblo [Altea] y que reconoce por origen el uso general que hacen sus habitantes de aguas calientes y turbias, que son las que discurren por los Rios titulados Callosa y Algar, que cruzan por el término de esta Villa, hace que en las épocas calamitosas de epidemias se desarrolle el contagio con proporciones aterradoras, como sucedió en la invasión del Colera-Morbo en los años de mil ochocientos treinta y cuatro y mil ochocientos cincuenta y cuatro, en cuyas dos épocas sucumbieron centenares de víctimas y entre ellas el Alcalde Don José Ignacio Barber y el Médico Don Antonio Solbes, al paso que esta Villa [Callosa] se preservó del contagio debido a la pureza de sus aires y a las cualidades ó principios constitutivos de sus aguas. Esto es público y notorio y no podrán impugnarlo los de Altea.”[16].
Des que el còlera féu la primera aparició en la península, la llei sanitària va carregar la responsabilitat de fer front a l’epidèmia sobre les febles esquenes dels ajuntaments, i així succesivament. L’Ajuntament i la Junta de Sanitat de Callosa van comunicar oficialment les decisions que van dictar des del moment de la detecció del còlera al poble, i que no discrepen amb les mampreses per altres localitats, com ara la Vila Joiosa: “se organizó el servicio de enterradores á fin de que los cadáveres fuesen conducidos al cementerio con la posible decencia; se atendió al auxilio de los pobres enfermos socorriéndoles con aquella cantidad diaria que indicaron los facultativos, se impidió la alteración de los precios en los comestibles, se procuró que el vecindario estuviese abastecido de carnes saludables y se les surtió de nieve” [17].
Aquestes disposicions van tindre una contrapartida econòmica en els comptes anuals callosins, que es va satisfer amb un repartiment de 6.491,29 rs entre el veïnat. La suma total de les despeses fou la següent[18]: 

Despeses del còlera a Callosa (Font: Elaboració pròpia)
  La factura més gran dels ajuntaments per a frenar l’efecte social del còlera corresponia als socors alimentaris – pa, sopa i llet dos vegades al dia – la qual cosa demostra el gran drama consegüent a l’epidèmia. A Callosa, aquest concepte va equivaldre al 46,44% del total gastat, amb el qual es va ajudar, amb 4 rs per dia, 61 malalts, 38 dones (62%) i 23 hòmens (38%)[19]. La diferència de sexe a favor de la dona, que com ja s’ha referit era corrent, s’ha atribuït a una major proximitat de les dones amb l’aigua, el vehicle transmissor del còlera per excel·lència[20]. 
El compte del còlera informa, a més, sobre els mètodes curatius dels facultatius callosins i l’actuació profilàctica municipal. A causa dels símptomes que els pacients mostraven: diarrea, vòmit, enrampades, febra o sudoracions, els remeis que van aplicar foren els tradicionals per a les dolències gàstriques: ingerir líquids com ara l’aigua amb xarop de goma, promoure la transpiració suosa mitjançant la infusió de cafè, incitar vòmits amb la magnèsia, combatre la febra aplicant neu, friccionar el cos del malalt amb càmfora, aplicar una cataplasma de mostassa com a calmant, fer lavatives amb laudànum i provocar sagnies[21]. Pel que fa a la preservació de l’ambient, d’acord amb la teoria miasmàtica, es va netejar l’atmosfera mitjançant la crema de llenya i plantes aromàtiques.


La crudesa de les imatges que la premsa i els llibres propagaven del còlera va amplicar el temor a l’epidèmia. En la següent figura es representa els terribles estralls físics de la malaltia en una jove (Font de les imatges: A young Viennese woman, aged 23, depicted before and after; Credit: Wellcome Collection. CC BY)
     
En veritat, aquests mitjans no tenien cap resultat pràctic: el principi de la fi científica del còlera no va arribar fins al descobriment el 1883, a Egipte, de l’agent causant de l’epidèmia, el vibrió colèric, pel microbiòleg Robert Koch i la insistència en l’aigua com a vehicle transmissor; una idea, aquesta darrera, que ja havia llançat l’anglés John Snow el 1854.
Un últim aspecte que figura en les despeses, és el relatiu als enterraments. Callosa fou un poble capdavanter a l’hora d’apartar el cementeri del perímetre urbà[22]: la primera inhumació en el cementeri de la partida de l’Alcúdia, en el lloc anomenat “les Eres” o “l’Era”, fou l’11 de setembre del 1816[23]. Tal vegada, la previsió d’allunyar el lloc d’enterrament del nucli habitat va minvar els efectes nocius de l’epidèmia. Les mesures higienistes recomanaven inhumar els cadàvers en menys de sis hores i prohibien els funerals de cos present. Per aquesta raó, l’Ajuntament de Callosa va haver de llogar un equip d’enterradors, el director del qual fou Jaime Seguí, amb el manament d’obrir fosses comunes i soterrar els difunts pobres.

La rapidesa a atorgar certificats de defunció i a practicar les inhumacions ha estat l’origen de narracions populars de colèrics que eren soterrats vius i després “es despertaven”, com ara la de José Rigores “el muerto” a Benidorm o la rondalla Fèlix Arques! Fèlix Arques!, arreplegada per Leandre Iborra a Alcoleja[24]. (Font de la imatge: L'inhumation precipitee, by A. J. Wiertz' by Antoine Joseph Wiertz; Credit: Wellcome Collection. CC BY)

L’historiador Jean Delumeau va sostenir que, en el temps pretèrit, les formulacions que pretenien donar a conéixer l’origen de la pesta van ser emeses per tres agents diferents: “Una por los doctos, otra por la multitud anónima; la tercera, a la vez por la multitud y por la Iglesia”[25]. La idea de Deleumeau s’ajusta perfectament al cas del còlera que, no debades, rebia el nom de “la peste azul”.
Fins ara, s’ha fet al·lusió a la doctrina racional i inoperant promoguda per la ciència mèdica en l’era premicrobiana. Quant al segon focus d’explicació, no hi ha exemples a la Marina ni a Callosa, però sí d’un que l’argumenta a Madrid pel juliol del 1834, moment en què la desesperació de la població, dirigida pels rumors maldients dels liberals més exaltats, va incitar una matança de frares, als quals es va acusar d’haver enverinat les fonts d’aigua de la capital i causar el còlera.

La matança de frares a Madrid (Font de la imatge: PI Y MARGALL, Francisco, Historia de España en el siglo XIX, Barcelona, 1902-1903)



La tercera hipòtesi explicativa, que fou plantejada per la jerarquia eclesiàstica i difosa en les predicacions parroquials, presentava l’origen de les epidèmies en càstigs de Déu que, “irritado por los pecados de toda una población, había decidido vengarse”; aleshores “convenía, pues, aplacarle haciendo penitencia”[26]. D’ací la proclama que va fer l’Arquebisbat de València en el còlera del 1854: “solo en Dios, en el órden de su Providencia y en los principios luminosos de su santa religión es donde podemos encontrar la verdadera razón de tan aciagos acontecimientos (la invasió del còlera)”[27].
L’argument de l’església va trobar un camp abonat en la ignorància i la incapacitat d’una societat que, alarmada per un esdeveniment desconegut, col·lectiu i mortífer, l’entenia com un espectacle sobrenatural. Principalment era la rapidesa amb què s’estenia el còlera – a Callosa, per exemple, l’1 de setembre van morir deu persones i el 5 van haver de sobte huitanta envaïts – la qual cosa feia la impressió que el mal havia pres possessió de la terra, fins al punt que es va prohibir el toc de les campanes a mort per no augmentar la desmoralització i el terror popular. És comprensible, doncs, que la gent s’emparara en els remeis espirituals i col·laborara en rogatives per apaivagar la ira divina i suplicar la conclusió de l’epidèmia.

Processó religiosa per aturar el còlera en la Russia rural (Font de la imatge: A religious cholera procession in rural Russia. Pen drawing by I.A. Wladimiroff by Ivan Alexéiévitch? Wladimiroff; Credit: Wellcome Collection. CC BY)

Així, el còlera va contribuir a la paradoxa de fer perviure trets culturals seculars, que fins i tot es remuntaven a l’edat mitjana, en una societat que caminava cap a la modernització. L’Espanya del bienni progressista, 1854-1856, alhora que invocava sants protectors i multiplicava la devoció mariana per veure’s eximida de les epidèmies, debatia qüestions com ara el tipus de sufragi electoral o la descentralització política, cimentava les bases legals per al desenvolupament del ferrocarril i el telègraf, fundava societats anòmimes de capital, s’estremia amb els vaivens de la borsa de Madrid, admirava la moda francesa en les revistes il·lustrades o navegava en els vaixells de vapor.
Atesa la confessionalitat de l’Estat, la versió religiosa de les epidèmies va tindre un recolzament institucional. Des del Ministerio de Gracia y Justicia fins als ajuntaments es va encoratjar l’organització de devocions populars en tot el territori. Una actuació que en els pobles es va veure afavorida per la participació del clergat local en les juntes de sanitat municipal.  
La geografia de la pietat popular a Espanya arran el còlera del 1855 abasta des de l’industrial Bilbao o la comercial Dénia, fins a pobles rurals com ara Ubrique, a la província de Cadis, on hi ha un testimoni que descriu de manera exemplar el dramatisme d’una processó de pregària pública: “Había en aquel día [el 8 de setembre del 1855] 33 atacados, casi todos mortales. Era la despoblación de todo Ubrique. Locos de terror, cogieron a Ntra. Sra. de los Remedios y, en medio de un imponente silencio y con los ojos anegados en lágrimas, la pasearon en procesión por los sitios en donde eran más terribles los estragos del cólera. Oíase a su paso la angustia del que se arrojaba del lecho para pedirle la vida, el griterío de duelo de la casa en que un atacado acababa de morir y las súplicas angustiosas de todos pidiendo misericordia”[28].
Callosa va invocar la intercessió divina de la Mare de Déu de les Injúries, en pública rogativa, el 4 de setembre del 1855. Segons l’acta de proclamació de la patrona, que fou signada el 23 de setembre conjuntament per la corporació municipal i el clergat, aquell dia de setembre s’havia produït el miracle de la curació col·lectiva de 290 envaïts[29]. En puritat, d’acord amb les dades oficials, l’esdeveniment extraordinari es va produir el dia 7, quan van sanar 70 malalts. A més, el succeït pot tindre una aclaració científica, ja que una rehidratació a partir d’una font d’aigua neta i la reposició de sals minerals, accelera la sanació i pot fer descendir la taxa de mortalitat pel còlera del 50% al 0,2%[30].
L’acte de cloenda del còlera en una població consistia en la convocatòria d’un solemne Te-Deum o missa d’acció de gràcia, que fins i tot s’anunciava en el Boletín Oficial de la Provincia; Callosa ho va fer el 18 de setembre del 1855[31]. Més enllà, cada localitat podia contraure la promesa de ritualitzar el dia en què s’havia fet la processó amb la Mare de Déu o el sant invocat; així a Bilbao, cada dos de desembre, es passeja la imatge de Nuestra Señora de la Soledad, en memòria d’aquell dia de l’any 1855[32].

¡Ya se fue el cólera! dibuix de José Riudavets Monjo (1840-1902) per a La Ilustración Española y Americana (Font de la imatge: Col·lecció Particular)


Una altra manera de fer perviure el mite fou la mampresa per Callosa: la declaració de la Mare de Déu defensora, la de les Injúries, patrona del municipi, i la col·locació de la seua imatge en un lloc de veneració emblemàtic: l’altar major de l’església de l’antic convent de caputxins, la institució que havia fet sorgir aquesta devoció mariana[33].
Uns quants anys després, el 1858, el clergat, les autoritats i el veïnat callosí van perpetuar el reconeixement a la Mare de Déu, mitjançant l’obligació de fer festa solemne d’acció de gràcies a “su celestial bienhechora”; però no es va respectar el dia del miracle, el 4 de setembre, sinó que es va traslladar al segon diumenge d’octubre, diada de la Mare de Déu del Remei, el nom original de la de les Injúries[34].
La primera festa es va realitzar formalment el 9 d’octubre del 1859. A l’any següent, el 14 d’octubre, es commemoraven les primeres festes de moros i cristians en honor a la Verge de les Injúries i s’estrenava l’ambaixada de Modesto Mora. Al capdavall, “el monstruo del Ganges” havia fet despertar un patronatge religiós autòcton al recer del qual va nàixer la festa callosina[35].



A resultes de l’epidèmia del còlera del 1885 es publicava a València per la impremta d’ A. Culla, la següent cobla titulada Oración en verso a la Virgen de las Injurias venerada en la villa de Callosa de Ensarriá. (Font de la imatge: col·lecció particular)
 


Llistat de persones assistides per l’ajuntament durant el còlera del 1855[36]



 








[1] La transcripció completa de la memòria presentada per Franco a la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia en: RONDA PÉREZ, Joaquín i GALIANA BOTELLA, María Francia, “La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia y Callosa d’en Sarrià” en RONDA PÉREZ, Joaquín i GALIANA BOTELLA, María Francia (coordinadors), La Callosa del segle XIX, edició digital, 2002, pp. 30-41. Es pot consultar en https://lamarinadahir.blogspot.com.es
[2] Les epidèmies a Callosa en SALVÁ BALLESTER, Adolfo, La villa de Callosa de Ensarriá. Monografía histórica documentada, tomo II, Alicante, 1960, pp. 24-28.
[3] BETRÁN MOYA, José Luis, Historia de las epidemias en España y sus colonias (1348-1919), Madrid, 2006, p. 146.
[4] Ibídem, p. 152.
[5] FERNÁNDEZ SANZ, J. J., 1885: El año de la vacunación de Ferrán. Trasfondo político, médico, sociodemográfico y económico de una epidemia, Madrid, 1990, pp. 299-301.
[6] BÁGUENA CERVELLERA, María – José, “Algunos aspectos de la asimilación de la teoría del contagio animado en la España del siglo XIX”; Cronos: Cuadernos valencianos de historia de la medicina y de la cienca, vol. 2, nº 2, 1999, pp. 285-308. En general els metges del segle XIX van combinar les dos teories; SALA VIVES, Pere i PUJADAS – MORA, Joana – Maria, “El cólera como conflicto y factor de legitimación. Palma, 1865”, Ayer, nº 101, 2016, p. 208.
[7]  RAMOS, Vicente, Historia parlamentaria, política y obrera de la provincia de Alicante, tomo I, Alicante, 1988, p. 217.
[8] BOLETÍN OFICIAL DE LA PROVINCIA DE ALICANTE (B.O.P.A.), nº 119, 9 de octubre de 1854.
[9] DEL RIO HIJAS, María Elena, “Las epidemias y el boletín oficial de la diócesis de Valencia”, THERAPEIA, nº1, 2009, pp. 40 i 51.
[10] CARBONELL BEVIÁ, Lola, “Mujeres y cólera morbo: una epidemia sectaria en el Benidorm del siglo XIX. Muertos en vida: el regreso de ultratumba”, POLO CERDÁ, M. y GARCÍA-PRÓSPER, E. (editors), IX Congreso Nacional de Paleopatología: Investigaciones histórico-médicas sobre salud y enfermedad en el pasado (Morella, 2007), Valencia, 2009, p. 564.
[11] B.O.P.A., nº 124, 24-09-1855.
[12] ESPLUGUES PELLICER, Josep Xavier, La lluita per la vida a la Dénia contemporània: Mort i malaltia en el segle XIX i primer terç del XX, Dénia, 2002, p. 85.
[13] Els càlculs estan fets a partir de les dades del B.O.P.A. S’han consultat els números des del 96 fins al 164 que van des del 23-07-1855 fins al 24-12-1855. La dada de la província d’Alacant en GONZÁLEZ DE SAMANO, Mariano, Memoria histórica del cólera-morbo asiático en España, Madrid, 1858, tomo I, p. 321 i la de la província de València en DEL RIO HIJAS, María Elena, “Las epidemias y el boletín oficial de la diócesis de Valencia”, THERAPEIA, núm.1, 2009, p. 40. El número d’habitants de la província d’Alacant en el B.O.P.A., nº 69, 25-05-1855 i el de la província de València, que és de l’any 1849, en BARONA VILAR, Carmen i altres, Polítiques de salut en l’àmbit municipal valencià (1850-1936), València, 2000, p. 21.
[14] Xavier Esplugues ha calculat que l’Ajuntament de Dénia va donar per conclosa l’epidèmia quatre mesos abans d’hora i va declarar menys del 60% de les defuncions reals; ESPLUGUES PELLICER, Josep Xavier, La lluita per la vida a la Dénia contemporània..., pp. 83-84.
[15] Segons reclamava l’alcaldia d’Altea en el moment d’anunciar l’extinció del còlera; B.O.P.A., nº 124, 24-09-1855.
[16] Arxiu de la Diputació d’Alacant (A.D.P.A.), GE-18727/14.
[17] B.O.P.A., núm. 124, 24-09-1855.
[18]A.D.P.A., GE-13414/1.
[19] El llistat de les persones assistides s’inclou al final de l’apartat.
[20] BILBAO DIEZ, Juan Carlos, “La epidemia de cólera de 1854-1855 en la ciudad de Logroño”; Cuadernos de investigación: Historia, tomo 10, Fasc. 1, 1984, p. 120.
[21] Des d’almenys 1832, hi havia mètodes preservatius i curatius del còlera en el mercat editorial, a resultes dels quals, els facultatius de Callosa, com els d’altres localitats, van poder operar segons la tradició mèdica de l’època. Per al cas de Múrcia: GONZÁLEZ CASTAÑO, Juan, “Recetas y remedios contra el cólera en tierras de Murcia durante el siglo XIX”, Revista Murciana de Antropología, núm. 16, 2009, pp. 299-308.
[22] La construcció de nous cementeris extraurbans en tot l’Estat es va diferir, si més no, fins a mitjan segle XIX. El còlera del 1855 fou un esperó d’aquest procés; MARTÍNEZ LACABE, Eduardo, “La epidemia de cólera en Navarra en 1855”; Gerónimo de Uztariz, nº 12, 1996, pp. 105-106.
[23] SALVÁ BALLESTER, Adolfo, La villa de Callosa de Ensarriá. Monografía histórica documentada, tomo I, Alicante, 1960, pp. 157-158.
[24] CARBONELL BEVIÁ, Lola, “Mujeres y cólera morbo: una epidemia sectaria en el Benidorm del siglo XIX. Muertos en vida: el regreso de ultratumba”, p. 569 i IVORRA POLO, Leandre, Al cor de l’Aitana, Alcoi, 2009, pp. 37-69.
[25] DELUMEAU, Jean, El miedo en occidente, Madrid, 1989, pp. 203 i 213. 
[26] Ibídem, p. 203. La relació entre malaltia i pecat no fou una invenció del cristianisme, sinó que enfonsa els arrels en cultures com la mesopotàmica. Pel judaïsme va penetrar, mitjançant els textos de l’Antic Testament, en l’espiritualitat cristiana occidental; BETRÁN MOYA, José Luis, Historia de las epidemias en España y sus colonias (1348-1919), pp. 271-272.
[27] Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Valencia, nº 55, 12-10-1854
[28] ZALDIVAR ROMERO, Manuel, “La epidemia del cólera de 1855 en Ubrique: relación de fallecidos y origen del voto a la Virgen de los Remedios”; https://historiadeubrique.es/la-epidemia-de-colera-de-1855-en-ubrique-relacion-de-fallecidos-y-origen-del-voto-a-la-virgen-de-los-remedios/ (consultada el 23-04-2018).
[29] La transcripció completa de l’acta de proclamació en: GREGORI MAYOR, Salvador, La Virgen de las Injurias y Callosa d’en Sarrià, Callosa d’en Sarrià, 2003, pp. 47-48.
[30] ZALDIVAR ROMERO, Manuel, “La epidemia del cólera de 1855 en Ubrique: relación de fallecidos y origen del voto a la Virgen de los Remedios”; https://historiadeubrique.es/la-epidemia-de-colera-de-1855-en-ubrique-relacion-de-fallecidos-y-origen-del-voto-a-la-virgen-de-los-remedios/ (consultada el 23-04-2018).
[31] B.O.P.A., nº 122, 19-09-1855.
[32] http://www.santaveracruzbilbao.org/historia1/ntra-sra-de-la-soledad-y-la-peste-de-1855 (consultada el 23-04-2018).
[33] GREGORI MAYOR, Salvador, La Virgen de las Injurias y Callosa d’en Sarrià, pp. 47-48.
[34] Agraïsc a França Galiana aquesta informació.Segons el relat de Fra Pablo de València, Injúries era el sobrenom de la Mare de Déu del Remei; SALVÁ BALLESTER, Adolfo, La villa de Callosa de Ensarriá. Monografía histórica documentada, tomo II, Alicante, 1960, pp. 35-38.
[35] Salvador Gregori fou el paladí en la defensa de l’advocació religiosa com a origen de la festa; Ibídem, pp. 91-94. Veure també: TASA BERENGUER, Carles; “El paper de la religió en la festa. La Mare de Déu de les Injúries. La seua imatge simbòlica i el patronatge”; TASA BERENGUER, Carles (coordinador), 150 anys de festa. 1860-2010. Callosa d’en Sarrià, Callosa d’en Sarrià, 2010, pp. 119-127.
[36] Elaboració pròpia a partir del document A.D.P.A., GE-13414/1.